Foto: periódico.com 
Después de la muerte del dictador, España, no ha tenido un momento tan crítico y peligroso para la población, como el que abordamos en estos días. Un cuatrimestre, con mar arbolada en Septiembre, (elecciones catalanas) y fuerte marejada, hasta las generales de Diciembre.
A la debilidad del Gobierno Central (con mayoría absoluta), se une la indefinición del partido, que más tiempo ha gobernado España, el PSOE, alimentando la caldera separatista con Zapatero y, creíamos por un momento, la vuelta esperanzada del sentido común, de Felipe González del diario El País, pero sepultada, por el mismo Felipe González, en La Vanguardia.
Hubiera preferido leer la carta, que dirige Artur Mas a los españoles, en catalán. Hay muchísimos escritores catalanes que escriben en español, con tal riqueza de lenguaje, con tal fidelidad en los vocablos, vistiendo y adecuados a cada situación, que bien podrían haberle prestado a Mas, su prodigiosa escritura. Pero quizás sea mejor así: «Catalunya ha amado a España… Catalunya ha amado a pesar de no ser amada… Catalunya ha amado… con España y con Europa… Forjar una Catalunya que se asemeje a Holanda y Suecia…»
Pero que cursi y que falaz. El mismo, que quiere desconectarse de España. El mismo, que un día sí y otro también, prohíbe, insulta y legisla, en contra de todo lo español, nos promete, que «En este nuevo país que queremos, se podrá vivir como español, sin ningún problema».
Y, el verdadero problema reside, en caudillos que atraen a muchos, después de cautivarles y cultivarles, en una historia mendaz.
Mas, ha hecho en la Autonomía Catalana, lo que le ha dado la real gana. Él cifra en 39.000 millones el coste de su independencia, e ignora los avisos de la UE y del FMI, de su expulsión, en caso de que se produzca. La Comisión Europea, ya reconocía en 2009, que la calidad del Gobierno de la Autonomía Catalana, era la peor de todas las Autonomías y, en 2013, mejoraba su estimación, pero siempre, manteniéndola por debajo de la media.
Artur, no me importa que te abrigues con la bandera independentista, pero es injusto que hables en nombre de todos los catalanes, porque hay, infinidad de ellos, que son muchísimo más importantes que tú. Habla en tu nombre, aunque te encuentres desnudo.
Sacudió nuestras conciencias, el niño sirio que la mar arrojó a una playa. Pero, lo que nos debe preocupar, es el origen de estos dramas, que conducen a millones de seres humanos a la muerte, o a destinos inciertos.
El precio de la deriva nacionalista, ya lo estamos pagando: 21.700 millones de euros, de capital extranjero, solo en el mes de Junio, ha salido de España. Muchas miradas, observan atentas, el desarrollo de los acontecimientos y esperan. Unas, con el legítimo interés, de apostar sus bienes, con seguridad, otras, como hienas, olfatean la descomposición de España. ¡Es tan alto el precio de la separación y tan dudosos los resultados! ¿Alguien cree que Francia va a facilitar un posible contagio? ¿Alguno puede dudar que, el resto de España, importantísimo comercialmente, no se cerraría a Cataluña? ¿Pero quien puede pensar en un Barça, de juego primoroso, fuera de la Liga Española? ¡Pues lo estaría!.
Nos interesa, que todos los catalanes vayan a votar. Así acabarán estos tiempos de despropósitos y, abordaremos, juntos, la limpieza de corrupción de las Instituciones, que es el primer paso para un futuro mejor. ¡UNIDOS!
Un abrazo.
PD. Pues no. Estamos muchísimo peor. Una vicepresidenta del Gobierno va a Waterloo a parlamentar con un prófugo de la Justicia. A los gobiernos separatistas catalanes no les valen los acuerdos. Luchan, a las claras, por volar la Constitución.
Cataluña tiene una extensión de 32.113 kms. cuadrados. En 1.996, tenía 6.104.729 h. y, en 2023 tiene 7.899.056 habitantes. En 1996 tenía 191.506 funcionarios, hoy 487.500 y no suben los del Estado que se mantienen en 25.247, sino que se duplican, los de la propia Autonomía: falsas embajadas, televisiones, policía propia… La deuda actual supera ampliamente los 80.000 millones de euros y quieren que les condonen los 70.000 millones que deben a España. No sé lo que pensarán y harán, el resto de Autonomías…
Ante nuestros ojos, están intentando cargarse nuestra Constitución, con ayuda de nuestro propio Gobierno. Esperemos que no lo logren.
Antonio Olmedo Manzanares.