He trabajado toda mi vida. No soy noble, no soy rico, me he guiado siempre por la honradez y el respeto a los demás, pero el día, en el que todas las televisiones, nos mostraron la fragilidad de un hombre, Ortega Lara, un humilde y desconocido funcionario, que fue mantenido secuestrado, durante 532 días, me sentí profundamente afectado. Pero nunca llegué a sospechar, que el hecho de compadecer y estar con la víctima, me convertiría, en un ultra derecha.
Cuando en un partido que juega España, observo que, de los once, tres jugadores, juegan contra la Constitución y se saltan todos los reglamentos que rigen nuestra convivencia, y yo la defiendo… indudablemente, yo soy un facha y un ultra derecha.
Y, ayer, en mi apreciada y bellísima Andalucía, gobernada por el PSOE, solo 36 años, hay unas elecciones y, con sus resultados, existe la posibilidad de otro Gobierno, que la rescate de su infernal paro, y cure la mutilación de su desarrollo… lo siento, pero yo me alegro, de este cambio posible.
Casi dos millones de andaluces, por sus votos, serán tachados de ultra-derechas y a los 395.012, que votaron a un VOX (Voz), nuevo, los situarán, a la derecha de la ultra derecha.
Ya Unamuno, que fue diputado del PSOE, abjuraba más tarde, de las etiquetas de derechas e izquierdas. “Yo soy maniego”, decía (tengo dos manos). Y “Por sus obras los conoceréis”. Ya hemos conocido 36 años, del Régimen Socialista. Auguro, y deseo lo mejor, para el nuevo Gobierno, con unas ideas claras de Ultra derecha: Amor a Andalucía (en España), la corrupción al vertedero, y una buena gestión, en beneficio del pueblo.
Enhorabuena y a trabajar, el listón, dejado por el anterior Gobierno, es muy bajo.
Antonio Olmedo Manzanares.