Cuarentena del coronavirus: Viso del Marques.

Nuestra entrada en Valdepeñas fue en este orden:

1. Antonio Caminero de batidor, en un caballo de cuello aguileño, con montera atravesada, colodrillo reverendo, casaquilla hueca…

2. Los dos insignes tontos, Francisco de Santa Cruz y Casimiro del Viso, capitaneando una innumerable multitud de muchachos y muchachas pelonas.

3. El coche en que iba su excelencia, el Señorito, ayo y caballerizo, con su gentil tiro de mulas.

4. El coche de cámara con familia.

5. La calesa de Carnicero y Rojo.

6. Las berlinas de las diputaciones de la villa, cabildo y convento.

7. La de los caballeros hidalgos.

Y toda la carrera estaba acompañada de patrullas, de muchachos, hombres y mujeres, que salían corriendo de sus casas, muchas de entre sus quehaceres, con los instrumentos de sus oficios, las boquitas risueñas, los ojos relumbrantes y las manos tiesas al cielo: “¡Viva su Excelencia y el Señorito que ya está tan alto como su padre!”.

Comienzo un periplo de viajes, éste es el primero de ellos, saliendo de Madrid, el día 9 de septiembre, a las tres y media de la tarde, en dos coches de colleras, hacia las posesiones del Marqués de Santa Cruz, en el Viso, Santa Cruz de Mudela y Valdepeñas, como ayo y preceptor de su hijo, El nueve de octubre daba su Excelencia, por finalizado el viaje, con asistencia a la fiesta de San Francisco, en las monjas, con Misa.

El escritor canario, Viera y Clavijo, describe el viaje, acompañando a Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz.

Viso del Marqués, el municipio, tiene una enorme superficie 533,20 kilómetros cuadrados, una altitud de 785 metros sobre el nivel del mar, y una población actual de 2.363 habitantes.

Esta villa se llama y siempre se llamó la villa del Viso del Puerto Muladar que pasa por Sierra Morena.

Que Su Majestad del emperador, vendió esta dicha villa al señor don Álvaro de Bazán, padre del dicho señor marqués de Santa de Santa Cruz, en veinte y dos días del mes de marzo de mil quinientos y treinta y nueve años.

La dicha villa es más sana que enferma y no hay casas de mayorazgos más que la de dicho señor Marqués.

Y es pueblo muy pasajero por estar como está a pie de dicho Puerto Muladar y ser camino real para todos los que caminan hacia el Andalucía y del Andalucía a Toledo y Madrid y Valladolid y otras partes.

Hoy no, en el siglo veinte, ya la Carretera Nacional 4, bajaba hacia Andalucía, por Valdepeñas, Santa Cruz de Mudela y Almuradiel y, ahora, la autopista, evita todos los pueblos. No obstante, vale la pena desviarse al Viso del Marqués, para contemplar asombrados, un pueblo sencillo, recogido, limpio, y en su plaza, amén de la estatua del Marqués de Santa Cruz, su Palacio, convertido en sede del Archivo General de la Marina Española. De estilo renacentista, bellísimo, fue construido entre los años 1574 y 1588, y hoy está declarado Bien de Interés Cultural del Patrimonio histórico de España . Y, como curiosidad adicional, el Palacio está alquilado al Archivo General de la Marina Española, por el precio simbólico de una peseta al año. También es interesante, estamos entrando en Sierra Morena, los hermosos paisajes de esta Sierra, abundante en fauna de caza mayor, ciervos, jabalíes…

Con mis mejores deseos de salud para este pueblo tan especial.

Antonio Olmedo Manzanares.

(La primera parte, publicado en mi libro Fuerteventura Luz y Silencios).

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