18 de Abril de 2020, en cuarentena. En solo tres días, una tendenciosa encuesta, manifiesta nuestro devenir, si esta situación no cambia drásticamente. El Estado de Alarma, a falta de mascarillas, quiere poner mordaza, a todo lo que no dimane de la verdad absoluta, que atesora solo el Gobierno. La política y la deriva de este Gobierno, sabemos como discurre ahora, con el recuento de víctimas, solo las estimadas y con los cauces que ellos establecen, cuando ya muchas Autonomías elevan al doble los fallecidos, con datos reales de Juzgados y del Registro Civil. Ya ayer, hubo un encuentro de nuestro Presidente, con varios grupos parlamentarios que no condujo a nada. Sobran ya las palabras y las continuas comparecencias en las televisiones, cuando el discurrir de la vida cautiva, y de la muerte cercana, se pasea por nuestras calles y plazas.
En Abril de 2010, una Agencia de calificación de riesgo, tachó la deuda griega de bono basura. El Gobierno Griego, ante la imposibilidad de financiación, solicitó de Europa, un rescate financiero y la eurozona le prestó una ayuda, en principio, de 110.000 millones de euros que fueron aportados por el FMI, el BCE y algunos países de la UE, entre ellos España (9.794 millones), estos fondos, llevaban como garantía, un plan de ajuste económico: Fuerte recorte en el gasto y el empleo del sector público, además de una subida de impuestos. Inmediatamente se genera una crisis del Gobierno, llegando hasta tres rescates de la UE. Cuando finaliza 2014 ya hay un derrumbe en los servicios públicos, el 26% de la población está en desempleo y 2,5 millones de griegos están bajo el umbral de la pobreza, entre los cuales se cuenta el 45% de los jubilados y pensionistas y, otros 3,8 millones con inminente riesgo de caer en ese pozo. (Necesario es recordar que Grecia tenía 10.701.460 habitantes).
Sobre este negro panorama, el volumen de la deuda aplastaba el país, superando en un 13,4% al PIB.
Más medidas inmediatas: Congelación, al menos durante tres años, de los salarios de los funcionarios y la supresión de las pagas extras. Y lo mismo los Pensionistas. Se pretendía también reducir el número de los municipios y otras entidades. Todas estas medidas, desembocaron en una gigantesca protesta social, con huelgas generales y la huida del capital, El primer ministro Papandreu, socialista PASOK ofreció crear un Gobierno de Unidad Nacional… A esta catástrofe Grecia fue llevada por varios Gobiernos de derechas e izquierdas, pero con denominadores comunes: La mentira (mintieron en todos los datos para entrar en la UE), la corrupción y el despilfarro.
España, desde hace muchos años, estaba en el grupo de los escasamente fiables, PIIGS, con Portugal, Irlanda, Italia y la propia Grecia. De él han salido ya Portugal (envidiable su acción contra el corona virus) e Irlanda.
¿Y cual es la situación de España?. Cabe la esperanza, pero para salir de la crítica situación en que estamos, es necesario observar nuestro mapa económico, pero sobre todo político: Tachados de fascistas y ultraderechas, VOX, analizándolo bien, es un partido fundamentalista de la Ley y la Constitución; El PP, despojado ya de la corrupción, partido de centro derecha, que respeta la Ley y la Constitución; El PSOE, no es el de Felipe González, ahora es (nación de naciones), núcleo diluido en el PSC, PSV, etc… ya se le han caído la O de obrero y la E de español; Ciudadanos, era, pero por culpa de sus antiguos dirigentes, es solo una sombra en el centro; y a la izquierda, de Pedro Sánchez (quiero creer que no del PSOE) apoyándole, o gobernado con él, partidos que desprecian la Constitución y con quién se va a volver a reunir en una mesa de diálogo, Comunistas que no asumen nuestra Constitución de hoy, sobre todo en el reconocimiento de la Monarquía actual; Partidos generados por el terrorismo etarra…
Sinceramente, tenemos todos los mimbres para esperar lo peor. ¿Cómo se puede cambiar?
No vale esparcir culpas y diluir la responsabilidad del Gobierno. Del Gobierno se espera responsabilidad y veracidad. Después de esas premisas obligatorias, sería más fácil que tuviera la generosidad de tender la mano a la oposición, mano tendida, no puño cerrado dispuesto a golpear. Y si fueran audaces, un nuevo Gobierno de Concentración Nacional, soltando lastre, si es necesario, de todos los que no respetan ni acatan: Bandera, Ley y Constitución, porque es el resumen necesario y único fin que nos sacará de esta grave enfermedad política, a la que ha llegado, y agravado, el corona virus. Y, de cara a Europa, no sería mala señal, reducir a la mitad los Ministerios prescindibles, con su cohorte de despachos y mamandurrias.
Salud y quédense en casa.
Antonio Olmedo Manzanares.