El 21 de marzo, nuestro ministro de Interior Grande Marlaska pedía un “reparto equitativo” de migrantes, entre los países de la Unión Europea. Se expone a que le contesten: – ¡Guardad las fronteras y os ayudaremos!.
En la llegada masiva, de migrantes irregulares, al Archipiélago Canario, hemos podido observar, sobre todo en sus comienzos, como arribaban pateras, con hasta cien individuos, todos hombres, marroquíes y rondando los veinte años. Los que habíamos observado, muchas veces, a los pescadores, en sus humildes falúas, llegar entumecidos, después de unas horas de pesca, nos asombraba la llegada de estos fornidos migrantes, saltando a tierra, con una agilidad intacta, después de días de penosa travesía. Todos sospechábamos, que se servían de barcos nodriza, soltando los cayucos, a unas millas de la costa.
Temo, que tenemos, un Parlamento inoperante. A una pregunta de la oposición, sobre el papel de vigilancia nula del SIVE, el mismo Marlaska, respondía displicente que, en 2014, el Partido Popular, lo había considerado secreto de Estado y, por lo tanto, no contestaba. Y también se niega a contestar, cuando no negar, la salida de migrantes irregulares hacia la Península, aunque otro ministro sí lo aseguró.
España, ha pasado de ser un país importante en la UE y en el mundo, a ser un país irrelevante. Y Canarias, es la más perjudicada, de todas las Autonomías. Su territorio fragmentado y densamente poblado, para su pequeñez: 2.153.000 habitantes en 7.447 kilómetros cuadrados, contrasta por poner un ejemplo, con Castilla La Mancha 2.035.000 habitantes en 79.463 kilómetros cuadrados. Solo la provincia de Ciudad Real con 19.813 kilómetros cuadrados, casi tres veces más extensa, tiene 495.045 habitantes, casi igual que Las Palmas de Gran Canaria, capital, con 378.517 h. Pongo estas cifras, para resaltar aún más, el peligro inminente de desastre, que se cierne sobre el archipiélago, cuando su economía se basa en un 35 % del Turismo. (España el 13% y Castilla La Mancha el 7,4%).
En medio siglo, perdimos IFNI y el Sáhara Occidental, frente al archipiélago, que servía de polo de desarrollo, para esa zona del continente africano, también uno de los más importantes bancos de pesca del mundo. Ahora hemos asistido que, hasta en aguas cercanas al Archipiélago Chinijo, incluida La Graciosa, se desarrollan importantes maniobras navales conjuntas, de Marruecos y los Estados Unidos.
El pasado 6 de Marzo, destacaba la Prensa como una gran noticia que “Manuel da cobijo a ocho senegaleses”. Más bien diría yo, que ocho senegaleses dan cobijo a Manuel. En mi casa, durante seis años ininterrumpidos, acogimos a niños provenientes de los campamentos saharauis de la Hamada de Tindouf. Yo mismo, me he desplazado a dichos campamentos y he compartido su pobreza y sus demandas. Pero no podría hospedar en mi casa a dos o tres familias, sin abandonarla nosotros la misma. La ayuda, tiene que proporcionarse in situ y también, de común acuerdo, en una inmigración reglada, con la UE. La imagen de miles de migrantes en instalaciones hoteleras es destrozar el turismo por mucho tiempo, a cambio de un plato de lentejas. El recluirlos en campamentos, sabiendo que a las 72 horas tienen libertad de movimientos, es generar disturbios continuos y, posiblemente, parte de los contagios por Covid-19. Es difícil de creer, que en una isla como Fuerteventura, con el Turismo ausente, y pocos habitantes, crezca la epidemia.
Las Islas Canarias son frontera de España, de Europa y del Espacio Schengen. En un año 76.000 Canarios han perdido el empleo y 89.000 están en un ERTE. Ya las Islas cuentan con 280.000 parados, que están en un túnel futuro de desempleo y hambre. Las ONGS avisan de un estallido social: Las Raíces en Tenerife, La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria o El Matorral en Fuerteventura, lanzan todos los días señales de aviso. Y, la pobreza cubre barrios enteros, que todos conocemos de Las Palmas.
Casi todos los días, no obstante, salen muchos migrantes hacia diferentes puntos de la Península. Todos, desde un secretismo, que condena a los mismo migrantes, y a los puntos de destino. Ha trascendido y lo han publicado, que muchos de ellos, intentan llegar a Francia o Alemania, comprando incluso el billete de autobús, por internet. Algunos han llegado incluso a Burdeos, a más de 200 kilómetros de la frontera española, pero detectados, han sido devueltos y depositados, por la gendarmería francesa, de nuevo en España.
Casi perdida la esperanza, esperemos que el Gobierno gobierne para los ciudadanos y aparque la lucha continua, por su propio poder y permanencia.
Antonio Olmedo Manzananares.