Si quieres la paz, prepara la guerra. Y apréstate a la defensa, consolidando los muros de tu castillo, para preservar, tu paz y tu vida.
El 11 de Noviembre de 1918, terminaba la Primera Guerra Mundial y, el 1 de Septiembre de 1939, 21 años después, comenzaría la Segunda que acabó el 2 de Septiembre de 1945. Nacía yo en plena Guerra Mundial y después de la fratricida Guerra Civil, que dejaba una España subsidiada y de cartillas de racionamiento.
Si la historia está plagada de guerras, hasta la hubo de CIEN años, no hay paz que cien años dure y resulta una verdadera anomalía, la paz de la que disfrutamos, en la Unión Europea.
Me encontraba alojado un día, en una fea torre, Hotel Stadt de Berlín, en Alexander Platz, observando el lado de la ciudad ocupada, triste, sombría, monumental, y como se perdía la Avenida Unter den Linden, subiendo hacia la puerta de Brandenburgo. En el Berlín libre, mientras tanto, las discotecas y salas de fiesta, se abrían hasta el amanecer, para una juventud multinacional y feliz. Era el 09 de Noviembre de 1989. Y el muro de Berlín caía, como fruta madura, sin estrépito. Pero ese suceso, supongo que, como para muchos millones de seres humanos, me llenó de una paz, sosegada y sin medida.
Y el 11 de Septiembre de 2001, todos asistimos sobrecogidos, a la destrucción de las Torres Gemelas, impactándonos brutalmente, con la mortal importancia del terrorismo. Oussama Ben Laden y Afganistán, entraban en nuestra historia y en nuestras vidas. Pero ni Ben Laden nació ese día, y aunque fue ejecutado, por los americanos, el 2 de mayo de 2011, ha resucitado ahora, veinte años después, con nuestro abandono de Afganistán. Calificada la retirada, por nuestro Gobierno, con un sobresaliente, ha sido una auténtica derrota, para quienes hemos huido; aunque ésta, haya sido rápida y efectiva. Las declaraciones de nuestro Presidente, que España ha “liderado”, la evacuación del personal, es de risa, para cualquiera que sepa, los países que estaban allí y los países que se fueron. Nuestras 2.206 personas evacuadas (no todas nuestras) son una mínima parte, comparadas con las tropas americanas 15.000 soldados y agregados hasta 60.000, Británicos 7.800, 5.300 de Alemania, Francia… Aunque sí es exacto y digno de alabanza, resaltar la enorme labor de nuestras Fuerzas Armadas y el resto del Personal, no solo a la hora de la evacuación, sino en la labor constante, llevada a cabo, durante los veinte años, incluso en tareas que no les eran propias: Construcción de carreteras, Labores educativas, Sanitarias…
Y así queda el escenario mundial, cuando comienza este mes de Septiembre de 2021:
a) Sobre el “charco” Mediterráneo, la Unión Europea: 27 Estados y 447 millones de habitantes, sobre una superficie de 4.233.255 millones de kilómetros cuadrados.
b) Al otro lado del “charco”: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia…
Marruecos toma IFNI, el 30 de Junio de 1969 y, poco tiempo después, en 1975, con la Marcha Verde, el Sáhara Occidental Español. Condenado por la ONU, pero siempre aplicando la táctica de hechos consumados. Y, en el norte, provoca e invade, con migrantes irregulares y menores, las ciudades de Ceuta y Melilla. Cuando el Gobierno Español cobardea, Mohamed VI le dice a Sánchez cómo entenderse y abre una etapa “inédita” con España. Sánchez celebra la “gran oportunidad” que se abre, en la relación con Marruecos. La sombra alargada, de un país tan amistoso como éste, se proyecta hace tiempo, sobre las Islas Canarias.
Argelia, con sus 2.381.740 kilómetros cuadrados,(más de la mitad de toda Europa), baja desde el Mediterráneo hasta Níger y Malí, y conoce bien, hasta ellos lo han sufrido, lo que representa el Sahel, en el terrorismo mundial., acogiendo, en la Hamada de Tinduf, al pueblo Saharaui que, huyendo de los marroquíes, recrean en pleno desierto de Argelia las cuatro wilayas de su Sáhara: Ausserd, Smara, Dakla y El Aaiún. Más de cuarenta años de destierro, de un pueblo y del Frente Polisario, que siguen luchando, por el regreso a su tierra. Por otra parte, Argelia suministraba el gas a España, entre el 40 y 50% de nuestro consumo, a través de territorio marroquí. El pasado 24 de Agosto, Argelia, rompe las Relaciones Diplomáticas con Marruecos, y éste pierde, con esta sola medida, el 7% de canon o peaje, de todo el gas que pasaba por su territorio. Solo tres días después, Argelia, comienza a restablecer, el suministro de gas a España, por Almería.
Pero volvamos a ese país desestructurado llamado Afganistán, sin salida al mar y colocado como un melón, de 655.230 kilómetros cuadrados de extensión y, con nada menos, que 5.987 kilómetros de fronteras. Las más importantes, con Pakistán 2.640 kilómetros, Irán 936 y el rabito de este melón, que lo liga por un corredor de solo 76 kilómetros, a China. Afganistán destina 224.000 hectáreas al cultivo del opio, controlando más del 80% del suministro mundial. A la guerra ruso/afgana de más de diez años, con la retirada rusa, le sucedió una guerra civil de 1992 a 1996. Y se va gestando, con Al.Qaida y Oussama Ben Laden, como punta de lanza, una guerra de civilizaciones, que busca masacrar al infiel e islamizar el planeta. Y la cultura del mártir en la escuela, en el hogar, en la calle… cuando tú seas mayor, serás mártir.
El tablero de ajedrez de la Tierra es muy pequeño y limitado y, en él, la mayoría de las naciones, son simples peones en la lucha por ganar la partida. Y no es difícil, saber el valor de cada pieza y ponerle nombre: China avanza en este tablero, con fuerza y sin ejército aparente, (Pakistán, Afganistán…) Los Estados Unidos, replegados en sí mismos, pero con su sombra protectora aún, sobre Corea del Sur y Taiwan..., Rusia (Argelia y otros), y la Unión Europea, la más débil, por territorio, por su paz económica, por su vulnerabilidad, ante unas migraciones desmesuradas y con apenas control… mantiene, como España, el nivel 4 (de 5) la alerta terrorista, temiendo posibles atentados.
Y recordemos que si Al.Qaida era Ben Laden, el talibán es Hezbollah, el partido de Dios. Y, en las madrassas enseñan el Corán, todo el Corán y nada más que el Corán, reivindicando la aplicación de la Sharia y la islamización completa de la sociedad y señalando a India, Israel e Irán tan enemigos como todo el Occidente. Ningún país democrático está a salvo de los que desprecian la vida.
Antonio Olmedo Manzanares.