Tenemos que recordar que tenemos un Gobierno en funciones que deberá facilitar “el normal desarrollo del proceso de formación del nuevo” y su gestión se limitará “al despacho ordinario de los asuntos públicos, absteniéndose de adoptar salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique, otras medidas”. Pues bien, nuestro presidente, que ha perdido las elecciones, está trabajando activamente, en contra de los intereses de España y en pro, de su propia supervivencia.
De un Gobierno que se precie y con los tiempos que corren, se aconsejaría Austeridad en el Gasto. Y el despilfarro y el gasto superfluo,ha sido unos de sus muchos distintivos negativos. ¡Quitemos el delito de Malversación!.
No es de hoy. Hay que reconocer que, varios centenares de miles de personas de bien, tuvieron que salir del País Vasco, donde ahora triunfan Bildu y PNV. En Cataluña, la pulsión separatista, sus elecciones ilegales y su violenta agitación de las calles, obligó a aplicar un Artículo 155 a medio gas, pero aprobado por el PP y el PSOE. Ahora ¡quitemos el delito de Sedición!.
Es el momento para pedir y exigir la Amnistía, hasta para los que se llevaban la pasta a Andorra (pongamos que hablo de Pujol. Y una Vicepresidenta en funciones del Gobierno de España se entrevista en Waterloo, con un delincuente huido de la Justicia. Y el delincuente, se convierte en socio mayoritario de nuestro presidente en funciones, que quiere llegar a serlo, otra vez, apoyándose en las muletas separatistas de Bildu, Ezquerra y Junts. Que no renuncian a nada. Que cada día suben sus exigencias. No solo Amnistía, Condonación de 71,000 millones que debe Cataluña a España y cobrar la “deuda histórica“, valorada en solo 450.000 millones de euros.
El diagnóstico de la situación de España es claro. La gravedad de la enfermedad indudable. No se va a curar con Paracetamol o aspirinas. La casa común está okupada.
¡Pero leche!. Que está el Senado, Que están todas las Autonomía amenazadas. Que, hasta la gente de bien del PSOE, están levantando su voz.
Hay tormentas e incendios traicioneros, que no avisan. Pero esta tormenta la vemos venir y sabemos sus daños irreversibles
En el campanario de la Mezquita/Catedral de Córdoba, sobre el patio de los naranjos, hay doce campanas. En el enorme campanario de España, hay más de doce. Es hora de voltearlas y que toquen a rebato, fuertes y al unísono, para asustar a estos botarates, tan cobardes como escasos.
Antonio Olmedo Manzanares.