Yo quería los Juegos Olímpicos para Madrid. Aún más, no comprendo, pero respeto, los movimientos en contra, de algunos españoles. Los Juegos habrían sido un importante impulso para el propio deporte, para el turismo y la economía en general. Felicito a los que han trabajado con ilusión por conseguirlos. Pero, por otra parte, no creo que seamos del todo conscientes de la imagen que España proyecta en el exterior: un país dividido; un país, a la cabeza del mundo, en paro; un país donde los casos de corrupción son noticia, un día sí y otro también; un país donde casi todas las autonomías van por libre y, hasta es posible, renovar sus Presidencias sin el concierto de las urnas; un Presidente de Gobierno que saca pecho porque se han creado 31 empleos en un mes y calla que las bajas en la Seguridad Social llegaron, en el mismo tiempo, casi a cien mil; un Presidente de Gobierno que, unos días antes, en el G-20, promete bajar la deuda a partir del 2016 (la deuda se ha duplicado en cuatro años); un Presidente de Gobierno que también va a bajar los impuestos en 2015 (efectividad 2016), ¿cuando se vaya?.
Hemos cerrado la página de los Juegos, pongámonos a trabajar. En las noticias de Antena 3, del 08-09, aseguraba el presentador: “Ganó el dinero, frente a la austeridad”. Pero ¿qué broma es esta? Austero podrá ser el pueblo español, pero ¿nuestros políticos? ¿nuestros numerosos Gobiernos?. En cuanto a la corrupción, pensemos que pasaría si la trasladáramos a Japón, con sus principios y su ética, ¿cuántos políticos se habrían suicidado ya?.
Sr. Rajoy, consiguió una mayoría absoluta muy valiosa. Aún no ha llegado a la mitad de la legislatura y queda mucho por hacer. El sector exterior parece que va mejor, las exportaciones superan a las importaciones, pero es que, estas últimas, han bajado por el desplome del consumo. La subida de la deuda sigue imparable, se ha duplicado en los últimos años y, además, gravita sobre un país mucho más pobre. Nos acercamos, peligrosamente, al 100 % del PIB. Al día de hoy, cada uno de los 46 millones de españoles, soporta 21.390 euros de deuda, (cada familia 55.981 euros). Aún esperamos una reforma efectiva del sector eléctrico, que no suponga encarecer más la factura de la energía, para el usuario. No sé a qué esperan, para acometer, con decisión, una reforma profunda de la Administración, no solo en lo que afecta al Gobierno Central, sino al que corresponde a las 17 Autonomías, Diputaciones y Ayuntamientos, con sus múltiples empresas intocables. No se limiten a legislar contra la corrupción, acaben con ella. ¿Emprendedores? ¿Cómo podemos aparecer en el puesto 136, en facilidades para la creación de empresas? Estados Unidos, Inglaterra… 24 horas. España, 40 días.
Usted ha conseguido de Europa que le dieran dos años más para la reducción del déficit, pero no lo ha embridado. Usted, como he repetido en muchas ocasiones, ha bajado un poco ese déficit, pero solo a costa de impuestos y más impuestos, y ya el ciudadano no puede soportar más. La Ejecutiva del Partido Socialista, en los años previos a la Guerra Civil, aprobó incluir en sus listas, a hombres y nombres de reconocida valía: Marañón, Ortega, Unamuno. Este último fue elegido Diputado y, al poco, reconocía en un discurso: Desde Marx, la masa social se dividió en dos clases, por un lado los proletarios y por el otro los burgueses, hasta que llegó el PSOE al poder. Ahora existen tres clases, El Capital, representado por el PSOE, los proletarios, cada vez más numerosos y más pobres, y los burgueses que son, únicamente, los funcionarios. Cambiemos el PSOE por el PP y yo creo, sinceramente, que vamos hacia ese desgraciada situación de este país. El Capital es el Gobierno de turno, renuente a la austeridad y endeudándose cada vez más, con dinero de los Bancos, que toman los fondos del BCE al 0,5 % para prestárselo al Gobierno al 4 %. Con este estado de cosas, no podrá fluir el crédito al particular, o a la Pyme, si no es con unos intereses de usura. Hace muy poco, la masa social más numerosa de España se podría encuadrar, perfectamente, en la burguesía que hoy se ha trasvasado, en buena parte, al proletariado, donde deben encuadrarse los seis millones de parados, los seis millones de pensionistas, por debajo del salario mínimo interprofesional y los más de seis millones de trabajadores, en situación precaria, y con unos ingresos que no superan los mil euros.
Olvidemos los Juegos Olímpicos. Esa no era nuestra meta. No nos marquemos, que también, fechas del 2016 0 2020, cuando hay tanto que hacer hoy y mañana. Rememos con fuerza y unidos y desechemos al que no quiera remar con nosotros.
Y, mañana, la Diada, ¿Cómo se puede abandonar la educación, responsabilidad última del Gobierno, en manos de gente que quiere remar en otra nave y falsea la historia, denigrando a nuestra patria común? No se necesitan muchos años, para crear así, una conciencia de independencia.
Pero, esto último, da para otro escrito, quizás el día doce.
Publicado, tal día como hoy, hace diez años. Todo sigue, igual no, peor: más Ministerios, abominan de la austeridad y, a pesar del lógico crecimiento del PIB y de la subida de todos los impuestos, la deuda ya lo supera. Se vislumbra un tenebroso futuro.
Antonio Olmedo Manzanares.