Las Alpujarras, esconde muchos lugares excelentes, para la meditación. Las lágrimas de Boabdil el Chico, aún discurren por los veneros de Sierra Nevada. En esta misma semana, un Alcalde del Partido Popular, ha sido suplantado por otro del PSOE. Se necesita mucha información, y comprenderla, y razonarla, cuando el ciudadano de a pie, no tiene ni tiempo ni ganas para hacerlo, en esta pre-campaña electoral.
El PP, perdió en la Legislatura que gobernó España con mayoría absoluta, 60 escaños. Sus afiliados y votantes, son los que deben analizar, si quieren, las causas de esta enorme pérdida. Pero ha irrumpido un Partido, Ciudadanos, en las últimas elecciones, consiguiendo 40 diputados, no los 60 del PP, basado en tres pilares fundamentales de su programa creíble: Defensa de la Unidad de España, acreditada en el terreno hostil de Cataluña, y defendida con más valor y energía, que el PP y el PSOE. Defensa de la moral, manifestándose como un martillo pilón, atacando una corrupción, que impregna la política española. En 2015, 1.700 causas judiciales y más de 500 imputados (57 casos del PP, 35 del PSOE y 52 de otros), De los casos Gurtell y ERES que superan los 400 imputados y el millón de folios, hasta la Casa Real, los Puyol o el Partido de Almería. Y considera, por último, el servicio al Ciudadano, aligerando su mochila de impuestos innecesarios, con paredes de cristal en la Administración, aliviándola de prebendas y aforamientos.
Un Partido, en suma, digno de ser votado. Pero Ciudadanos no es Salomón, privado de su sabiduría y realeza. Sí, creo yo, que debe dotarse de mucha prudencia, y más en una campaña, en la que va a ser la diana, de casi todos los demás partidos. Espero que la alcaldía de Granada, sin tenerla, no sea un grave perjuicio para este Partido.
Como decía John Stuart Mill, hace más de 150 años, “en política, casi es un tópico, que un partido de orden y de estabilidad, y un partido de progreso o de reforma, constituyen los dos elementos imprescindibles, de un estado político floreciente”. Ciudadanos, puede ser, el centro de esa diana, de la sociedad española, libre y democrática del futuro.
Antonio Olmedo Manzanares.