El pasado sábado, día 27 de Julio, era puesto en libertad, José Javier Zabaleta Elotegui (Baldo). Después de participar en varios atentados, en 1980, asesinó a cuatro Guardias Civiles y a un vecino, en un bar de Hernani. Veintinueve años de prisión y, la condena de 200 años, cumplida.
El uno de Julio de 1997, la Guardia Civil, liberaba a Ortega Lara, un humilde y desconocido funcionario de prisiones. Después de permanecer secuestrado en un zulo durante 532 días, su imagen desvalida y desorientada, nos sobrecogió a todos. Su secuestrador Xavier Ugarte Villar, fue también puesto en libertad, este mismo domingo.
Tengo que confesar que no he dormido esta noche, viendo en todas las televisiones, el jolgorio, y el homenaje festivo, adornado de banderas separatistas, en honor de los ex-presos, que muestran buena salud, en Hernani, mientras España y la bandera de todos, debería estar a media asta, avergonzada, de tanto despropósito. No comprendo, que nuestro Gobierno, no actúe inmediatamente, poniéndose al lado de las víctimas que, hoy, somos todos los españoles de bien.
“Las penas privativas de libertad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”. … “En todo caso, el preso tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad“. Art. 25.2 de la Constitución Española. ¿Reeducación, reinserción social?.
Antonio Olmedo Manzanares.